sábado, 20 de marzo de 2010

Los terremotos: Historia, origen de los sismos, efectos y causas de terremotos

os sismos que se producen cada año se calculan en centenares de millares de ellos; los observadores registran anualmente más de treinta mil. Por fortuna, muy pocos alcanzan la categoría de terremotos, y la mayoría ocurren en fondos oceánicos.

Se denominan terremotos, movimientos sísmicos o sismos a los movimientos bruscos y repentinos del suelo, de intensidad sumamente variable, que oscilan entre las sacudidas leves que solo registran los aparatos mas sensibles, y las fuertes que devastan las ciudades y llevan la desolación y muerte.

Los terremotos pueden definirse como movimientos violentos de la corteza terrestre. Ocurre en forma de sacudidas. La principal dura varios segundos, a lo sumo, un minuto o dos; pero previamente pueden registrarse sacudidas de menor intensidad.

El estudio de los terremotos es objeto de una ciencia especial, la sismología que trata de la descripción física de un terremoto (propagación, duración, velocidad, efectos, etc.) la relación que hay entre el mismo y la naturaleza de los terrenos donde se produce.

Distribuye geográficamente los terremotos y se ocupa de los acaecidos en épocas pasadas. Como un terremoto no es un hecho simple y aislado, el sismologo para estudiarlo necesita conocer la naturaleza física de un movimiento sísmico, las diversas vibraciones de las capas terrestres y los elementos de un sismo, es decir, la localidad donde se produce, la hora, duración, dirección, carácter, intensidad, numero de las sacudidas, efectos y causas.

Naturaleza del Movimiento Sísmico
El movimiento sísmico obedece a las mismas leyes del movimiento físico de los cuerpos y es el resultado de las vibraciones y ondulaciones de los estratos terrestres; tanto las unas como las otras producen sacudidas que se designan con el nombre de ondas sísmicas.

Cuando en un punto del interior de la corteza terrestre se produce un choque resulta un movimiento vibratorio que se propaga en todos los sentidos por las ondas sísmicas. Las vibraciones son longitudinales y transversales; las primeras se propagan en el interior de la tierra y llegan débiles a grandes distancias y fuertes a pequeñas distancias.

Hipocentro (o foco)

Es el punto en la profundidad de la Tierra desde donde se libera la energía en un terremoto. Cuando ocurre en la corteza de ella (hasta 70 km de profundidad) se denomina superficial. Si ocurre entre los 70 y los 300 km se denomina intermedio y si es de mayor profundidad: profundo (recordemos que el centro de la Tierra se ubica a unos 6.370 km de profundidad).

El punto donde se origina el terremoto en el interior de nuestro planeta es denominado hipocentro. El hipocentro se localiza frecuentemente entre 15 y 45 Km de la superficie, pero algunas veces su profundidad se ha calculado en mas de 600 Km.

Epicentro
Es el punto de la superficie de la Tierra directamente sobre el hipocentro. Es, desde luego, la localización de la superficie terrestre donde la intensidad del terremoto es mayor.

El punto situado en el interior de la corteza donde se produce el choque y de donde se propagan las ondas sísmicas se llama hipocentro o centro sísmico; el punto situado sobre la superficie terrestre en dirección vertical al centro se llama epicentro.

La zona que lo rodea y donde los efectos de la sacudida han sido percibidos se llama zona epicentral. Las vibraciones longitudinales y transversales que llegan a esta zona originan ondas superficiales que irradiando del epicentro se propagan paralelamente a la superficie de la tierra, de la misma manera que las ondas del mar.


Tipos de Sacudidas

* Sacudidas Verticales: Los movimientos se transmiten de abajo arriba, es decir el lugar de la tierra sacudido se encuentra sobre la vertical sísmica, el epicentro. Los efectos de estas sacudidas son extraordinarios.

* Sacudidas Horizontales: Son muy comunes y el movimiento sísmico tiene una dirección determinada. Los edificios derrumbados indican esa dirección.

* Sacudidas Ondulatorias: La superficie del suelo se mueve de la misma manera que un mar agitado.

Es muy difícil que un terremoto se manifieste por un solo tipo de sacudida sísmica; por lo general se combinan los diversos tipos. Un terremoto no es un hecho aislado, sino que es el resultado de una serie de sacudidas variables que decrecen en intensidad y frecuencia.

En un terremoto se producen tres categorías de sacudidas que forman el periodo sísmico el cual consta de una fase inicial (sacudidas preliminares), una fase máxima (sacudidas principales) y una fase final en la que las sacudidas poco intensas se repiten un tiempo más o menos largo.


Intensidad y Duración

En terremoto comienza casi siempre por vibraciones de pequeña amplitud, pero a veces las sacudidas son aisladas y el terremoto o sismo esta representado por un movimiento único del suelo.

En la mayoría de los casos el fenómeno se prolonga y se necesitan varios meses para que la región agitada recupere su completa tranquilidad. La duración de un movimiento sísmico es el tiempo durante el cual la superficie de la tierra, en el lugar donde se advierte la sacudida, es puesta en movimiento por las ondas sísmicas.

Desde luego, hay que distinguir una duración total del movimiento sísmico y una duración sensible. La total comprende el paso de todas las ondas sísmicas, pero de estas solo se advierten las más intensas, pues las otras son sensibles únicamente para los aparatos.

La duración sensible de un terremoto, raras veces pasa de algunos segundos, cuando dura de 30 a 40 segundos es de efectos catastróficos. El terremoto de Andalucia del año 1844, duro 20 segundos; el de Calabria, en 1905, duro 40 segundos con breves intervalos.

La intensidad de una sacudida sísmica es la energía con que se mueve el suelo. La intensidad de un terremoto se determina por las escalas sísmicas que constan de 10 a 12 grados; estas clasificaciones responden a los efectos que producen los terremotos.

El primer grado corresponde a las sacudidas instrumentales que solo perciben los aparatos sísmicos y el 12 grados a las sacudidas desastrosas y catastróficas. Los efectos de los terremotos no están relacionados con la duración de la sacudida sino con la intensidad.

Efectos de los Terremotos
Los efectos que producen los terremotos son las consecuencias del paso de las ondas sísmicas a trabes de las capas terrestres y de su llegada a la superficie. Los efectos pueden ser momentáneos como los rumores y maremotos, y permanentes como derrumbamientos de edificios, grietas, fallas dislocaciones, cambios hidrográficos, etc.

Los efectos mas desastrosos de los terremotos se producen en las áreas densamente pobladas. En 1923, un terremoto sacudió la isla de Honshu, en Japón. Este sismo, cuya intensidad se prolongo solo 16 segundos, afecto una zona donde vivían mas de siete millones de personas y destruyo mas de 450,000 edificios en las ciudades Tokio y, Yokohama, matando mas de ciento cincuenta mil personas.

Los rumores sordos, prolongados, son ruidos subterráneos indefinibles que preceden, acompañan y siguen a los terremotos y que aumentan lo trágico del fenómeno. Los terremotos pueden producir olas sísmicas que ocasionan terribles inundaciones.

Cuando un terremoto es de intensidad media, se forman grietas en los muros de las casas, se caen las cornisas, pero cuando alcanza su grado máximo, todos los edificios se derrumban como si fueran de naipes y aplastan bajo sus escombros a miles de victimas.

Los temblores producen en el suelo grietas, hendiduras y desniveles; no es raro que durante las sacudidas esas grietas se abran y cierre alternativamente. Los estratos de la superficie terrestre por efecto de las sacudidas se desplazan.

Los manantiales también sufren los efectos sísmicos: algunos desaparecen por breve tiempo o definitivamente, otros cambian la composición mineral de sus aguas, varían de temperatura o se desecan. No es raro tampoco que a los sismos acompañe la formación de volcanillos de lodo que desaparecen pronto.

Si bien no es posible pronosticar cuando se va a producir un terremoto, en las regiones expuestas se producen ciertos fenómenos precursores. Entre eso fenómenos citaremos los ruidos subterráneos, las variaciones del nivel de agua de los pozos, el recalentamiento del suelo, las perturbaciones atmosféricas y la agitación que manifiestan muchos animales domésticos.

Origen de los Terremotos
La causas que originan las sacudidas son muy distintas, lo que ha permitido clasificar los terremotos en tectonicos y volcánicos. Los tectonicos son los mas numerosos y la causa que los produce es el desequilibrio de las capas de la corteza terrestre producido por el fenómeno de la contracción que produce las arrugas o pliegues.

Placas: La corteza de la Tierra está conformada por una docena de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes características físicas y químicas. Estas placas (tectónicas) se están acomodando en un proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma que hoy conocemos a la superficie de nuestro planeta.

Han originado los continentes y los relieves geográficos en un proceso que está lejos de completarse. Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en algunos casos estas placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su desplazamiento.

Entonces una placa comienza desplazarse sobre o bajo la otra originando lentos cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es dificultado, comienza a acumularse una energía de tensión que en algún momento se liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola y liberándose entonces una cantidad variable de energía que origina el Terremoto.

Fallas: Las zonas en que las placas ejercen esta fuerza entre ellas se denominan fallas y son, desde luego, los puntos en que con más probabilidad se originen fenómenos sísmicos. Sólo el 10% de los terremotos ocurren alejados de los límites de estas placas.

Ahora bien estos pliegues no se producen siempre lentamente como en los casos de elevación y descenso de las costas. A veces bajo las presiones de las gigantescas fuerzas centrales, del globo, los estratos al doblarse ya sea bajando o subiendo se quiebran.

Zonas enteras de estratos pueden quedar aplastadas y desechas, las capas pueden desligarse las unas sobre las otras, dislocarse, agrietarse. Debido precisamente a estos fenómenos de dislocaciones interna, el estrato conmovido por el choque produce vibraciones, las cuales se propagan instantáneamente a todas las capas rocosas superiores y circundantes.

Desde el punto de vista interior donde se ha producido la fractura parte una sacudida que llega a la superficie de la tierra y origina un estremecimiento del suelo: un terremoto o sismo. Han recibido el nombre de terremotos tectonicos porque están relacionados con la arquitectura del globo, porque originan el relieve terrestre.

Los terremotos volcánicos son los que provienen de la acción volcánica, preceden a las erupciones, las acompañan, o son una consecuencia debido al agrietamiento del cono volcánico.

Su causa es la fuerza expansiva de los gases y vapores que producen explosiones durante la ascensión del magma. No bien cesa la presión ejercida sobre los gases, se escapan con formidable impulso, conmoviendo el volcán y parte de los terrenos circundantes.

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